Por Ainhoa Uribe
Al trabajar con familias, me doy cuenta de que la mayor parte del trabajo consiste en manejar expectativas.
Escucho frecuentemente:
– pero, mi hijo, ¿llegará a ser normal? verdad?
– ¿cuánto tiempo de tratamiento crees que necesita?
– no quiero que deje de estudiar, puede llegar a ser lo que se proponga…
Pero, ¿qué son las expectativas?
La expectativa es la idea, más o menos razonable, de que algo suceda. Normalmente se basa en la realidad y es una proyección probable del futuro.