Refuerzos y castigos, ¿Cómo afecta cada uno en la educación de nuestros hijos?

A la hora de educar, siempre el refuerzo positivo suele ser más efectivo que el castigo o el refuerzo negativo. El refuerzo positivo fomenta comportamientos deseados y fortalece la relación, refuerzos tales como elogios, premios, es decir, añadir algo agradable a una conducta deseada. En cambio, el refuerzo negativo puede llevar a confusión sobre lo que se espera y el castigo puede generar miedo o resentimiento.

El refuerzo negativo es la retirada de un estímulo aversivo (algo que no gusta al niño) cuando se presenta un comportamiento deseado, lo que puede motivar al niño a repetir ese comportamiento.

Por esto es mejor centrarse en guiar y motivar al niño a través de métodos constructivos como el refuerzo positivo.

Algunos ejemplos de refuerzo positivo son el refuerzo verbal: elogios, felicitaciones, expresiones de cariño cuando el niño hace algo bien. “Bien hecho” o “Estoy orgulloso de ti”. O las recompensas: pequeños premios como pegatinas, juguetes o tiempo extra de una actividad que le guste al niño, dejarle elegir su postre o comida favorita, etc.

Leer más

La resiliencia infantil: una consecuencia de los buenos tratos a los niños y niñas y a los adolescentes

Diferentes investigaciones señalan que algunos niños, niñas y adolescentes resisten mejor las adversidades, la enfermedad e incluso contextos dañinos o malos tratos. Este fenómeno se conoce como resiliencia, esto es, “la capacidad de una persona o grupo para desarrollarse bien, para seguir proyectándose en el futuro, a pesar de los acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves” (Manciaux, M., Vanistendael, S, Lecomte, J. y Cyrulnik, B., 2003).

 

La resiliencia infantil tiene que ver sobre todo con los vínculos afectivos que los adultos son capaces de ofrecerles a través del proceso del apego. La resiliencia no es algo innato y que solo unos pocos tienen la fortuna de nacer con ella, sino que emerge de la relación del niño o niña con su entorno, el entorno humano, lo que convierte a este fenómeno en un proceso y no en una respuesta inmediata a la adversidad.

 

Las fuentes de la resiliencia infantil, según el modelo ecosistémico, proceden de:

Leer más

¿Tener hijos perfectos o hijos sensibles?

¿Es más importante que nuestros hijos logren la excelencia en todo lo que hacen, o que desarrollen la capacidad de gestionar sus emociones?

La sociedad nos enseña a temer al fracaso, a evitar la vulnerabilidad y a buscar la perfección. Sin embargo, el verdadero crecimiento se encuentra en enfrentar nuestros miedos y exponernos a la posibilidad de tropezar y fallar. Enseñar a los niños a abrazar la vulnerabilidad es fundamental para su desarrollo emocional.

La valentía no se trata de evitar el dolor, sino de tener el coraje de sentirlo y aprender de él.

No se trata de controlar o ignorar la vivencia emocional sino de encontrar las herramientas más adaptativas para entender lo que nos sucede y aprender de ello para el futuro.

Leer más

Compartir sí, pero no por obligación.

En la crianza de los hijos, uno de los valores que con frecuencia intentamos inculcar es el de compartir. Sin embargo, a menudo enfrentamos un dilema:

¿ cómo enseñar a nuestros hijos a compartir sin obligarlos, respetando su autonomía y sus sentimientos
personales?

Forzar a los niños a compartir puede parecer una solución rápida a conflictos cotidianos, pero puede tener implicaciones a largo plazo que afecten negativamente su desarrollo emocional y social.

Este artículo explora cómo podemos fomentar la generosidad y el respeto mutuo en los niños, alentándolos a compartir por elección propia y no por imposición, cultivando así un sentido de generosidad genuina y respeto por la propiedad y los límites personales.
Si bien enseñar a compartir es importante, también lo es entender por qué no debemos obligar a los niños a hacerlo. A continuación, exploramos algunas razones por las que forzar el acto de compartir puede no ser siempre beneficioso para el desarrollo del niño:

Leer más

La importancia de una alimentación equilibrada

La alimentación saludable se puede definir como la acción de tomar alimentos que aporten la cantidad de nutrientes necesarios para estar sanos, sentirse bien y tener energía. Se logra a través de una dieta equilibrada, que permita un aporte de vitaminas y minerales necesarios para un adecuado desarrollo y crecimiento. Todos los alimentos están compuestos por miles de nutrientes, que son las sustancias naturales que van a pasar a formar parte del organismo.

Durante los primeros años de vida, el crecimiento de los niños es muy rápido, aumenta tanto su talla como el crecimiento cerebral. El cerebro en los primeros años va a alcanzar su capacidad máxima ya que se produce el mayor aumento de conectividad neuronal y de plasticidad cerebral.

Una alimentación equilibrada conlleva enormes beneficios tanto para este desarrollo físico como intelectual, además de mejorar el estado de salud, y prevenir factores de riesgo relacionados con algunas enfermedades.

Leer más

Conectados pero Atrapados: Las Adicciones Tecnológicas en la Infancia

Actualmente es factible aceptar como habituales expresiones como «nacieron con un móvil en las manos» en niños y adolescentes. Esto es debido a que forman parte de lo que se conoce como la generación digital. Esta nueva generación se caracteriza por su amplia familiaridad y acceso a las nuevas tecnologías, disponiendo a un solo clic de una inmensa oferta de experiencias, conocimientos y formas de interactuar.

 

En ocasiones, la manera que tienen de relacionarse con las nuevas tecnologías crea conflicto. Muchas familias expresan su preocupación por la aparente sobreutilización de ellas por parte de sus hijos, y la confusión que les genera no saber lo que se considera un uso normal. Además, los adolescentes normalizan su uso como una herramienta de ocio y de relacionarse con sus iguales. Esta diferencia en la percepción entre padres e hijos crea conflictos y desafíos en las familias, quienes se enfrentan a situaciones que no saben muy bien cómo gestionar. Ante este nuevo escenario, es normal que los padres busquen ayuda de un profesional.

 

En el presente artículo, nos proponemos abordar el fenómeno de las adicciones comportamentales, analizaremos las características principales, los cambios en la conducta que suelen manifestarse y presentaremos estrategias de prevención.

Leer más

¿Qué son los trastorno perinatales?

La psicología perinatal consiste en la rama de la psicología encargada de la atención, prevención, cuidado y acompañamiento de las madres y sus criaturas. Desde el momento en el que una mujer se plantea convertirse en madre, con todo lo que esto conlleva: la preconcepción, el embarazo, el parto, puerperio y la crianza temprana. También es un acompañamiento a nivel de pareja, durante esta transición de pareja a una nueva familia.

En esta sociedad la mujer tradicionalmente ha quedado relegada y olvidada.  Y si hablamos de mujeres que además han sido madres, menos atención reciben aún. El sistema neoliberalista no tiene en cuenta los ritmos de las mujeres y parece olvidarse de las madres.

Es por esto y otros factores, que las maternidades pueden vivirse desde la soledad y el aislamiento.

Leer más

Los terrores nocturnos en los niños: qué son y cómo podemos ayudarles.

¿Qué son y qué caracteriza los terrores nocturnos?

Los terrores nocturnos son trastornos del sueño que afectan principalmente a niños, aunque también pueden ocurrir en adultos. Estos episodios se caracterizan por despertares bruscos y aterradores durante la noche, acompañados de una gran agitación y angustia.

Los terrores nocturnos suelen aparecer durante la primera mitad de la noche, en general alrededor de las dos o tres primeras horas de descanso.

Como se ha mencionado anteriormente, es frecuente que los terrores ocurran acompañados de una gran angustia caracterizada por gritos y/o llanto incontrolado. Esta angustia no responde a los intentos de consuelo de otras personas.

A menudo, se suelen confundir las pesadillas con los terrores nocturnos. Una de las características que marca la diferencia es la falta de conciencia presente en los terrores nocturnos. Las personas que los sufren no recuerdan nada del episodio al despertar; llegando a conciliar el sueño de nuevo de forma rápida (no siempre).

Leer más

Mi hijo se hace pis por las noches, ¿qué puedo hacer?

La enuresis (incontinencia urinaria) es la emisión de orina en lugares inadecuados durante el día o la noche en niños a partir de 5 años. Según la Asociación Español de Pediatría, la enuresis afecta al 16% de los niños de 5 años, al 10% de los de 6 años y al 7,5% de los de 10 años de edad.
Pese a etiquetarse como una enfermedad menor, que tiende a desaparecer con el tiempo, realmente puede llegar a ser un problema de salud importante en niños y adolescentes, mucho más de lo percibido por los pediatras.

Esta enfermedad se ha relacionado con ansiedad crónica, problemas de autoestima y retraso en la esfera social. Uno de los objetivos del desarrollo de los niños es conseguir el control de la micción, pero muchas veces hay dificultades para su adquisición. El desarrollo habitual del control de esfínteres en la infancia es el siguiente: en primer lugar, se consigue la continencia fecal (primero la nocturna y después la diurna), y en segundo lugar, se consigue la continencia urinaria (primero la diurna y después la nocturna)

En el caso de la micción, es entre los 2 o 4 años cuando suele producirse el control de los esfínteres. Es importante recordar que a los 2 años solo la mitad de los niños presentan control de esfínter vesical, teniendo aún por delante tiempo evolutivamente normal para adquirir este control.

Leer más

¿Por qué sucede el insomnio infantil y cómo puedo ayudar a mi hijo si lo padece?

Dormir es una actividad necesaria en el día a día de todo ser humano. La psicóloga Beatriz Cabrera habla del sueño como una forma de resetear el cerebro. Nuestro cuerpo recupera la energía que ha ido perdiendo a lo largo del día, para poder así empezar el nuevo día con fuerza.

En los más pequeños, esta actividad será necesaria para lograr un correcto desarrollo a parte de ser imprescindible para su bienestar.

¿Cuántas horas debería dormir un niño?

Según Beatriz Cabrera, los niños entre 1 y 3 años deben dormir aproximadamente 12 horas. Entre los 3 y los 10 años, los niños deberían dormir 10 horas más o menos. Aquellos entre los 10 y los 18, deberían dormir cerca de 10 horas. Pero en los casos de insomnio infantil, el número de horas de sueño se ve disminuido.

El insomnio infantil es un motivo bastante frecuente de consulta en atención primaria. Según menciona Libano (2015) es un problema que afecta a un 25-30% de la población pediátrica que tiene entre 6 meses y 5 años. Antes de nada, debemos entender a que nos referimos cuando hablamos de insomio. Libano lo define como la sensación subjetiva de dificultad o incapacidad para iniciar y/o mantener el sueño, impidiendo así un descanso adecuado. Sin embargo, cuando hablamos de insomnio en los más pequeños, debemos incluir otros elementos en la definición como rechazo a dormir solo, dificultades para ir a la cama, o la necesidad de la presencia de los padres para poder dormirse.

Leer más