¿Qué son los terrores nocturnos?
Todos sabemos que dormir es una necesidad básica y cuando tenemos hijos es una de las cosas que más hace sufrir a los padres. Por dos motivos: uno, porque perdemos horas de sueño nosotros y eso nos resta tranquilidad y templanza de cara a la crianza y dos, porque nos preocupa mucho que nuestros bebés aprendan a dormir bien.
Una de las circunstancias que con frecuencia perturban la noche de nuestros niños son las parasomnias. Las parasomnias son aquellas situaciones que se producen durante el sueño, que trastornan la conducta nocturna y que con mayor frecuencia ocurren durante la infancia.
Las más conocidas: las pesadillas y los terrores nocturnos. Entre ellas hay diferencias aunque ambas implican la interrupción del ciclo de sueño y el despertar en mitad de la noche.
¿En qué se diferencian las pesadillas y los terrores nocturnos?
Las pesadillas suponen una ensoñación de temática desagradable durante la fase REM del sueño, que es una fase cercana a la consciencia. De tal manera que si el contenido de la misma se vuelve excesivamente desagradable el niño se puede despertar llorando, gritando o sobresaltado y normalmente es capaz de dar un relato coherente sobre aquello que soñaba.
En los terrores nocturnos, sin embargo, el contenido desagradable tiene lugar durante las fases profundas del sueño y en este caso el niño llora o grita sobresaltado pero la gran mayoría de las veces sin llegar a despertar.