“Nos han dicho que nuestro hijo padece ansiedad. ¿Qué significa eso? ¿Está enfermo?”
Cuando un médico, un psiquiatra o un psicólogo hace un diagnóstico (depresión, ansiedad, TDAH…), lo que realmente está haciendo es ponerle nombre al conjunto de síntomas que esa persona experimenta. Es decir, le pone una etiqueta que describe el problema, pero en ningún caso lo explica.
En salud mental, se utilizan principalmente dos manuales diagnósticos que clasifican los llamados “trastornos mentales”, estos manuales son el DSM y el CIE, existiendo varias versiones actualizadas en ambos casos. Cada vez que las versiones se actualizan, las categorías cambian.
Sin embargo, aunque estos manuales se han creado en el ámbito médico, los trastornos mentales no pueden considerarse enfermedades, ya que hasta el momento no se han encontrado bases biológicas claras que puedan explicar estos “trastornos”.
Si nos centramos en niños y adolescentes, podemos decir que los trastornos mentales se describen como maneras de entender el mundo, de aprender, de comportarse o de manejar sus propias emociones que, a medio y largo plazo, les generan angustia y problemas en sus actividades diarias.