La salud de nuestros hijos es una prioridad para los padres, y al igual que existen ciertas enfermedades físicas que son comunes en los más pequeños y a las que estamos al tanto cuando apreciamos algún síntoma, en la salud mental debería ocurrir lo mismo. Hoy vamos a escribir sobre la depresión infantil, debido a que es una de las patologías más comunes en niños.
Unos indicadores de que nuestros hijos podrían estar sufriendo depresión infantil sería apreciar:
- Anhedonia (que no disfrute o le interese con lo que antes sí que disfrutaba)
- Disforia (sentimiento desagradable relacionado con un estado anímico bajo)
- Irritabilidad
- Problemas de peso y apetito
- Fatiga
- Agitación o retraso motor (es decir, los hitos evolutivos que presumiblemente deberían haberse adquirido no lo han hecho o lo hacen de forma anómala)
- Sentimientos de culpabilidad
- Problemas de concentración
- Pensamientos sobre la muerte o el suicidio
La depresión también se puede manifestar en edades más tempranas aunque la manera de expresarse sí que es algo distinta; entre los 6-18 meses de vida, se puede observar con: lloros, pérdida de peso, retraimiento, insomnio, proclividad a contraer enfermedades, enlentecimiento motor o inexpresividad.