«Vosotros me queríais ayer. No he cambiado desde entonces, soy la misma persona que ayer».
La orientación sexual es una asignatura que aún está pendiente a nivel mundial y son muchas las desventajas que pueden sufrir las personas que se declaran como homosexuales, bisexuales o transexuales en nuestra sociedad. Entre ellas, encontramos el estigma social, el prejuicio, la discriminación y la violencia asociadas a una orientación sexual que afectan negativamente al bienestar psicológico, físico y social de la persona.
Debemos saber que la orientación sexual no es una opción, no es modificable y no puede ser reorientada por nadie.
Son varios los estudios que demuestran que el rechazo o la incomprensión por parte de la familia conllevan en los adolescentes un mayor riesgo de presentar problemáticas como: