La existencia de un ideal de belleza en la sociedad, tan establecido y compartido socialmente, implica una presión importante para la población en general, pero especialmente para los adolescentes, quienes están en la etapa de consolidación de su identidad. En la adolescencia, nuestra apariencia física se convierte en la protagonista de nuestras vidas y en el eje central de nuestras interacciones, ya que proyectamos en ella todo lo que sentimos que somos y todo lo que queremos ser, es decir, nuestra identidad, la imagen que queremos dar al mundo de nosotros mismos.
Pero ¿qué es la imagen corporal?
La imagen corporal es la fotografía que tiene nuestra mente sobre nuestro propio cuerpo, y se define como la manera en que uno percibe, imagina, siente y actúa respecto a su propio cuerpo. No es por tanto de extrañar que a los cambios físicos y hormonales producidos durante este momento evolutivo le acompañe una gran preocupación por la imagen corporal. De esta forma, percibirse alejado de ese ideal físico, puede derivar en una baja autoestima y a sentirnos insatisfechos con nuestros cuerpos.