Beatriz Padovan, pedagoga brasileña, desarrolló el método en los años 70. Buscaba una forma de ayudar a los alumnos con dislexia y con dificultades del aprendizaje. Observaba que estos niños no tenían problemas de inteligencia y, sin embargo, fracasaban en su aprendizaje.
Uno de los aspectos diferenciales de estos niños era que presentaban ciertas dificultades a nivel de motricidad tanto fina como gruesa. En su búsqueda de respuestas, Beatriz se formó como logopeda, pero la logopedia tampoco resolvió sus dudas. Finalmente terminó dando con el trabajo de Rudolf Steiner, filósofo antroposófico que hace hincapié en la estrecha relación que mantienen las actividades de andar, hablar y pensar. Según este autor el mecanismo que posibilita la capacidad de andar sienta las bases neurológicas para hablar y éste, a su vez, permite el pensamiento.