Como ya hemos hablado en otros artículos, nuestro cuerpo aprende a través del movimiento. Y es que nuestro cerebro se desarrolla gracias a los estímulos que recibe, muchos de ellos ocasionados por el propio movimiento del cuerpo. El sistema nervioso se compone de un aparato central que asume las labores de coordinación y otro periférico que estimula los músculos con las órdenes que provienen del sistema central.
Y del estudio del aprendizaje a través del movimiento es de lo que se encarga la kinesiología educativa. Este libro resume años de estudio en esta materia en una serie de ejercicios prácticos orientados a los educadores para que puedan ser aplicados en el aula o en un entorno de aprendizaje.
La realización de determinados patrones de movimiento activa todo el cerebro y estimula la capacidad de atención y concentración. Ambas influyen de una manera determinante en el aprendizaje. Por eso resulta interesante conocer qué se puede hacer para mejorarlas.