Un sueño nocturno escaso en etapas tempranas de la vida aumenta el riesgo de obesidad durante la infancia y adolescencia.

Según un estudio publicado en el número de septiembre de los “archivos de medicina pediátrica y adolescente”* un tiempo de sueño nocturno más corto de lo habitual se convierte en un factor de riesgo para presentar obesidad subsecuente a lo largo de la infancia y la adolescencia.

En el estudio participaron 1930 niños de edades comprendidas entre los 0 y los 13 años en el momento de la primera toma de datos, en 1997. La segunda recogida de datos se realizó en 2002. El estudio arroja varios resultados. En principio, se recogió tanto el tiempo de sueño diurno como nocturno. La valoración de “tiempo de sueño escaso” se refiere a un tiempo de sueño inferior a lo que duerme el 75% de la población de la misma edad.

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