En muchas ocasiones, los padres se preguntan si lo que están observando en sus hijos forma parte del desarrollo normal o si podría estar indicando algo más profundo. La infancia es una etapa de grandes cambios y aprendizajes, pero también puede ser un momento en el que algunos niños experimenten dificultades emocionales o conductuales que requieran ayuda profesional.
Es natural que los niños tengan altibajos, pero hay ciertas señales que pueden indicar que necesitan el apoyo de un psicólogo. Reconocer estos signos a tiempo es fundamental para brindarles el acompañamiento adecuado y prevenir problemáticas mayores en el futuro.
Cambios en el comportamiento: cuando algo no encaja
Uno de los indicadores puede ser un cambio repentino o sostenido en el comportamiento del niño. Por ejemplo:
- Irritabilidad excesiva, estallidos de ira o agresividad inusual.
- Aislamiento social: si antes era sociable y de repente no quiere relacionarse ni con amigos ni con familiares.
- Cambios bruscos en el apetito o en el sueño, como insomnio o pesadillas frecuentes.
- Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba, como jugar, ir al colegio o ver a sus amigos.
Estos comportamientos pueden estar relacionados con emociones que el niño no sabe cómo expresar, como tristeza, miedo, ansiedad o frustración.