El efecto relevo o cómo complementarse en la crianza.

Por Ainhoa Uribe

No sé si esta historia os suena de algo:

Llegas a casa después de todo el día fuera trabajando y te encuentras a tu pareja y padre/madre de tus hijos discutiendo por algo que te parece insignificante. El enfrentamiento está generando una escalada de gritos y reproches que no llevan a ningún lado o, a ningún lado bueno. Entonces decides intervenir. Como estás más fresco, ya que no estás metido en la conversación desde el principio, consigues tener una perspectiva más alejada, menos contaminada por la emoción o las reacciones viscerales. Entonces, en un tono calmado, propones una alternativa de solución. Lo más habitual es que llegues a un acuerdo con tu hijo/a (a veces cediendo algo más que lo que la otra parte de la pareja estaba dispuesto) y la situación queda solventada.

Ésta es una dinámica de pareja muy habitual entre padres y  madres. Uno suele llegar más tarde del trabajo mientras que el otro dedica más tiempo a los hijos. Aquél que pasa sus tardes con los niños habitualmente se va cargando de negar permisos, poner límites, llegar a acuerdos, mediar entre discusiones de hermanos, calmar llantos o gestionar emergencias. Esto hace que su agotamiento mental sea mayor y su tolerancia a las exigencias del niño, menor.

Leer más