Los bebés nacen con un programa de movimientos reflejos que aumentan sus posibilidades de supervivencia. Estos movimientos se inician durante su desarrollo en el útero y ayudan al bebé en el momento de nacer y durante sus primeros meses de vida. Se trata de los llamados reflejos primitivos. Algunos de ellos están presentes desde el nacimiento y otros se activan en los meses siguientes. Su función: ayudar al nacimiento y la supervivencia en los primeros meses de vida.