Muchas veces en consulta cuando empezamos a trabajar con un niño o niña una de nuestras primeras labores es la psicoeducación. Es decir, les ayudamos a entender conceptos y cuestiones que les pueden servir a la hora de mejorar las relaciones que tienen con los demás o cómo se sienten consigo mismo. Y, como podréis imaginar la primera cuestión aclarar con ellos es
¿Qué son exactamente las emociones?
Las emociones son una respuesta neuro – psico – fisiológica y subjetiva ante una situación interna o externa, que suele provocar un cambio en nuestro estado de ánimo y que nos prepara para la acción. No podemos controlarlas, pero sí gestionarlas.
Las emociones básicas con las que contamos las personas son la alegría, la tristeza, la ira, el miedo, el asco y la sorpresa.
¿Qué funciones tienen?
Estas, tienen algunas funciones, que son las mismas para todos los seres humanos: aportan información del entorno y, por tanto, es una señal para nosotros mismos; nos prepara para la acción, vigila el estado de nuestras relaciones, evalúa cómo van las cosas (si nos van bien), sirven de señales a las demás personas, ayuda a decidir cómo actuar frente a esas señales que nos llegan; si se una a la razón, se pone en perspectiva y hace que la información que recibimos tenga sentido y, por último, sirve para aprender.