La alimentación complementaria dirigida por el bebé o baby-led weaning en inglés, hace referencia a la alimentación autorregulada por el niño. Aunque lo principal en su alimentación sigue siendo el pecho o el biberón en su defecto, el bebé decide qué y cuánto come de entre los alimentos sólidos que le ponemos a su alcance, siempre dentro de unos parámetros adaptados a su edad y etapa del desarrollo. El bebé aprende progresivamente a autorregularse en función de sus necesidades, su desarrollo marca el ritmo tanto para llevarse la comida a la boca como para digerirla.
Aunque no parece que con esto se haya inventado nada nuevo (las papillas tal y como las conocemos hoy se empezaron a introducir a partir de los años 20), todavía hay resistencias por parte de los profesionales aun cuando la OMS entre otros organismos como la Asociación Española de Pediatría (AEPED) se refiera al BLW como una manera segura de introducir sólidos en la alimentación.