Por Virginia Miramón.
En los últimos tiempos, en el ámbito de la educación han ido sonando cada vez con más fuerza nuevos términos como “centro de integración”, “escuela inclusiva”,… pero ¿a qué se refieren en concreto? ¿Son exactamente lo mismo? A través de estas líneas, más allá de realizar una disertación filosófica sobre tales conceptos, trataremos de aclararlos y delimitarlos de una manera breve y sencilla.
Integración vs Inclusión
Para intentar explicarlos, vamos a recurrir a una simple anécdota. Imaginemos que, una noche, decidimos organizar en casa una reunión con amigos a los que hace mucho tiempo que no vemos. Deseamos que todo salga perfecto: preparar unas deliciosas viandas, que todo el mundo se sienta cómodo y contento,… Pero, de repente, recordamos que uno de estos amigos es alérgico a ciertos alimentos. La cosa se complica: ¿Qué hacemos? ¿Cocinamos un plato especial para él solo? ¿O cambiamos el menú que teníamos pensado, de forma que todos podamos comer de todos los platos? ¿En cuál de estas dos situaciones pensamos que nuestro amigo se sentiría mejor?