Por Ainhoa Uribe.
Ya hemos hablado en otro artículo del desarrollo de la lateralidad y de su implicación en el aprendizaje de la escritura. Como resúmen, solo diremos aquí que el hecho de que un niño llegue a ser diestro o zurdo no es más que la parte visible de un proceso neurológico complejo que hace que nuestro cerebro funcione de manera más eficiente.
El desarrollo de la lateralidad también nos proporciona una referencia espacial y temporal interna: donde está la derecha o la izquierda, qué es arriba o abajo, antes o después, ayer o mañana.