Por Ainhoa Uribe
«Por norma general, tendemos a infravalorar el periodo de adaptación» Estas fueron las palabras de mi pediatra el otro día cuando le comenté que llevábamos durmiendo fatal un par de semanas.
El médico de mis hijos que es un señor amable y cercano me comentó que ésto sucede las primeras semanas de septiembre y a veces se extiende durante todo el mes. Muchas madres y padres se quejan de mal dormir o despertares nocturnos llorando y agitados.
¿Qué sucede en estas dos primeras semanas del curso?
Pues claramente es cuando se produce el periodo de adaptación. Tanto niños como padres nos reencontramos con la rutina de la vuelta a nuestra vida cotidiana. Es curioso cómo cada niño reacciona ante este mismo suceso de maneras diferentes e incluso el mismo niño varía mucho su comportamiento de un año a otro.