Cuando hablamos de niños, la primera preocupación de los padres y pediatras que les atienden es que crezca sano y se desarrolle bien. Pero, ¿qué implica un buen desarrollo?
Los médicos suelen atender más a un criterio físico: que los niños ganen peso, crezcan en talla y estén sanos, libres de enfermedades. Para los padres, que nuestro hijo se desarrolle bien normalmente implica aún más cosas: que sea un niño feliz, que le guste relacionarse con otros, que sea listo, etc. Y, aunque parezcan cosas distintas, en el fondo las diversas facetas de una persona están bastante relacionadas.