Acabo de leer un artículo sobre los perros de compañía y la reducción del estrés en niños y lo cierto es que parece que hay una correlación entre el nivel de cortisol (hormona del estrés) en la saliva y la interacción de un niño con su animal de compañía. No sólo se trata de que el niño tenga una mascota sino de que interactúe con ella para que así el cortisol disminuya. En dicho estudio, una de las conclusiones que comentan los autores es que las necesidades de apoyo social para superar el estrés de los niños entre 7 y 12 años son mayores que las que pueden ofrecer solo los padres y las mascotas podrían ser un elemento importante al completar esta función.
Entiendo que hay niños que obtienen ese apoyo extra que necesitan de su grupo de amigos. Pero según lo que se observa en la práctica clínica, aquellos niños que tienen menos habilidades sociales o que socialmente se sienten poco integrados, encuentran una fuente de bienestar importante en el trato con animales. Hay muchos terapeutas que utilizan la presencia de animales en consulta como apoyo terapéutico…y funciona!