Los niños disléxicos son aquellos que tienen problemas en la lectura. Generalmente les cuesta aprender a leer más que a los demás niños de su edad.
Cometen muchos errores en la lectura ya sean inversiones, omisiones o adiciones de letras o sílabas y el desarrollo de su lectura se estanca en un modo mecánico sin llegar a alcanzar la lectura fluida y comprensiva.
El problema es que habitualmente las recomendaciones para tratar la dislexia pasan por leer con mayor frecuencia para conseguir automatizar la actividad. Pero los niños disléxicos no encuentran placer en la lectura puesto que les resulta una tarea tediosa, aburrida y, en ocasiones, angustiosa ya que les enfrenta una y otra vez con el hecho de su fracaso como lectores.
Un estudio recientemente publicado en la revista «Proceedings of the National Academy of Sciences» revela que los niños disléxicos se benefician de una mayor distancia entre las letras de las palabras y de las palabras entre sí.
Cuando se enfrenta a niños disléxicos a la lectura de textos con una mayor distancia entre las letras, la velocidad lectora de estos niños mejora y disminuye el número de errores que cometen.
Este hecho abre una nueva perspectiva en el tratamiento de la dislexia ya que ofrece la posibilidad de trabajar la automatización de la lectura aumentando el interés del niño por la misma. Si leer deja de ser una tarea que requiere tanto esfuerzo, puede empezar a resultar más agradable.
Ahora bien, sería interesante investigar en esta línea si el aumento en la velocidad lectora y la disminución de los errores durante la lectura aumentan la comprensión de los textos que se leen. En cualquier caso, como ya hemos comentado aquí en anteriores artículos, insistir sobre el síntoma no siempre es la estrategia más adecuada para intervenir. Resulta mucho más productivo, reforzar las bases de un buen aprendizaje para que llegado el momento de introducir el aprendizaje de la lectura, éste se haga de una forma fluida y placentera inculcando así en el niño un gusto por la lectura que le pueda acompañar durante el resto de su vida.