¿Sabías que escuchar voces en los niños es más común de lo que imaginamos?

Según investigadores del departamente de psiquiatría del Royal College of Surgeons en Dublín*, los síntomas psicóticos tales como alucinaciones auditivas son más comunes entre los niños de lo que se había supuesto hasta el momento.

Si las alucinaciones persisten durante la adolescencia, están normalmente asociadas con problemas mentales complejos como depresión, ansiedad y trastornos de conducta.

Estos investigadores han estudiado una amplia muestra de niños y adolescentes entre los 11 y los 16 años. Parece que las alucinaciones auditivas son mucho más frecuentes en los más pequeños. Pueden aparecer hasta en el 23% de los niños entre 11 y 13 años. Mientras que en los más mayores, entre los 14 y 16 años, sólo aparecen en el 7%.

Así mismo, entre los jóvenes sólo la mitad de los que declaraban tener alucinaciones auditivas, presentaba además un trastorno psiquiátrico. En el grupo de los mayores, el porcentaje de aquellos que además de escuchar voces, presentaban un trastorno asciende hasta el 80%.

De este estudio, los expertos destilan varias conclusiones:

Primero, que los síntomas psicóticos en los niños son más comunes que lo que se tenía pensado con anterioridad.

Segundo, que la persistencia de las alucinaciones auditivas a medida que va creciendo el niño, nos puede llevar a sospechar que tiene probabilidades de desarrollar un trastorno psiquiátrico.

Tercero, algunos autores entienden que estudios como este pueden ayudar a tirar por tierra la idea preestablecida de que «los problemas emocionales y conductuales son una fase más de la adolescencia que el niño superará al crecer«. Parece lógico pensar que más que una fase, son una alerta que nos pone sobreaviso ya que si no se supera o resuelve este momento, pueden aparecer también problemas conductuales y emocionales en la edad adulta.

Y es que es cierto que todos sabemos que la adolescencia es una etapa turbulenta de confusión y agitación pero es también un momento en el que el niño reevalúa y cuestiona todo lo aprendido hasta ese momento para poder construir sobre ello su personalidad adulta. Si esta confusión no es guiada y resuelta es comprensible que los problemas persistan en la siguiente fase.

*Published online April 12 in the British Journal of Psychiatry.

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