Los padres helicóptero son aquellos que sobrevuelan constantemente sobre sus hijos vigilando todo lo que hacen. Este término se usa coloquialmente para describir la conducta de padres sobreportectores. Normalmente tiene un sentido peyorativo puesto que implica un comportamiento que excede las necesidades de los hijos.
La implicación de los padres en la educación de los hijos es muy beneficiosa pero como todo tiene punto medio.
Colocarse en el extremo opuesto a la dejadez y el desinterés también tiene efectos negativos.
Siempre se ha hablado de la sobreprotección parental como un impedimento para el desarrollo de la autonomía de los niños pero cada vez más información nos revela las consecuencias negativas de este estilo educativo.
Según un estudio publicado en el Journal of Child and Familie Studies en febrero de este año, la hiperpresencia de los padres en la vida de los chicos en edad universitaria se relaciona con mayores síntomas de depresión y una menor satisfacción con la vida. En concreto, los efectos negativos de la paternidad helicóptero resultaban explicados por la sensación que tenían los chicos y chicas de violación de sus necesidades básicas de autonomía y competencia.
Entre las conductas a las que hace referencia el término de «padres helicóptero» podemos encontrar aquellos adultos que teniendo a sus hijos estudiando fuera de casa, les llaman todas la mañanas para servir de despertador y así asegurarse que no se duermen y faltan a clase. También podríamos entender que se encuentran en este grupo aquellos padres que discuten a los profesores de universidad la nota que han recibido sus hijos.
Parece que éste es un fenómeno en aumento y que la crisis económica fomenta estas actitudes puesto que la competencia para conseguir un buen trabajo empieza por tener unas buenas calificaciones académicas.
¿Conviene asegurar el futuro laboral de nuestros hijos por encima de su bienestar emocional? Parece más lógico pensar que como padres debemos confiar y fomentar la capacidad y autonomía de nuestros hijos desde que son pequeños para que sean personas sanas, emocionalmente estables y capaces de auto gestionar su futuro laboral.