La televisión, los niños y los adolescentes.

¿Te has parado en algún momento a calcular el número total de horas semanales que tu hijo dedica a ver la televisión? ¿Te has planteado si ver la televisión influye o no en su día a día?

Lo que está claro es que los más pequeños de la casa han nacido en pleno auge de la era digital, y que a día de hoy cuentan con numerosos aparatos digitales a su alcance, ya que, en la actualidad, para acceder a la programación televisiva deseada no es estrictamente necesaria la televisión como tal, sino que pueden acceder a través de ordenador, tablet, smartphone o cualquier aparato con acceso a internet.

Cuando los menores de 2 años ven la televisión lo que perciben son imágenes y sonidos, y no son capaces de asimilar el conjunto si no cuentan con la interacción y el reforzamiento de sus padres, puesto que en edades tan tempranas numerosos factores cognitivos como la atención, concentración y memoria no están completamente desarrollados.

A medida que van creciendo va aumentando su capacidad para asimilar el conjunto de imágenes y sonidos, así como el desarrollo de diversos procesos cognitivos, y con ello comienzan a darle un sentido y un significado a lo que perciben de la televisión. Es especialmente importante tener en cuenta la adolescencia debido a que, en esta etapa, se produce el desarrollo de la identidad personal y social, por lo que los chicos y chicas son más vulnerables a sucesos externos, influencias sociales y opiniones de iguales.

La exposición a la televisión tiene efectos positivos y negativos. Como efectos positivos destacamos:

  • Favorece el aprendizaje, dependiendo de cómo el niño adquiera e interprete la información.
  • Permite el conocimiento del mundo, de los diferentes países y sus culturas.
  • Determinados contenidos resaltan valores personales y familiares.
  • Permiten la realización de manualidades y actividades culinarias.

Como efectos negativos entendemos:

  • Menos tiempo para desarrollar y usar su imaginación.
  • Reduce la interacción con familiares y amigos.
  • Menos tiempo para jugar o realizar otras actividades.
  • Reduce la voluntad para hacer ejercicio físico.
  • Fomenta la demanda de objetos materiales que los niños desean debido en mayor medida a la publicidad.

Las recomendaciones fundamentales a la hora de la exposición a pantallas:

  • Ver la televisión con ellos y COMENTAR los
  • Seleccionar contenidos apropiados para cada edad.
  • Establecer tiempo y cumplirlo.

En niños menores de 2 años es aconsejable evitar la exposición a la televisión, sustituyendo dicha actividad por otras como el juego, la música o la pintura. Aun así, es importante mencionar que tanto en niños como en adolescentes se recomienda ver la televisión en compañía de algún adulto que pueda comentar los contenidos con el fin de tener un cierto control de lo que ven, fomentar la comunicación, desarrolla su espíritu crítico y además pasar tiempo en familia. Asimismo, se recomienda limitar como máximo a 2 horas diarias el tiempo que niños mayores de dos años y adolescentes dediquen a ver la televisión, y que se garantice como mínimo el mismo tiempo para la realización de actividades prácticas, didácticas y/o físicas al día.

Para terminar, resaltar la enorme responsabilidad que tienen los padres en evaluar y determinar la cantidad y la calidad de televisión a la que están expuestos sus hijos, ya que como adultos son los encargados de poner límites y normas, igualmente de fomentar una vida familiar basada en la comunicación e interacción entre sus miembros. Sabemos que establecer límites y normas es un trabajo que, en ocasiones, puede ser considerado un proceso complicado. Cuando esto es así se recomienda consultar con un especialista que pueda orientar sobre las mejores pautas a seguir.

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