Cada vez ser oye más este término y es algo que suscita bastante curiosidad en padres y educadores al mismo tiempo que resulta algo intangible. Idealmente a todos nos gustaría poder (o saber) educar a nuestros hijos de una manera positiva. Sin dar gritos ni enfadarnos. Sin embargo, esto parece algo de ciencia ficción más que una realidad.
Vamos a ver qué podemos hacer para introducirnos dentro de la disciplina positiva y