Cuando ocurre algún evento traumático, como padres, solemos estar bastante perdidos sobre cómo informar a nuestros hijos de lo que ha sucedido. Nuestra primera reacción suele ser intentar ocultar a nuestros hijos lo que ha sucedido. Sin embargo, no debemos olvidar que los niños son grandes receptores del ambiente emocional que se respira en casa y si hay algo que nos inquieta o entristece lo captan rápidamente.
Si con nuestras palabras ocultamos lo que ha ocurrido, lo único que conseguimos es que les llegue un mensaje incongruente.
Hace unas semanas nos llamaron de un medio de comunicación para que pudiéramos dar nuestra opinión sobre cómo comunicar a los niños sucedos como el atentado de Manchester que sucedió en un concierto donde acudían niños y adolescetes. En el artículo participaron varios profesionales y, más o menos, todos coincidimos en las mismas cosas.
A la hora de hablar de algún suceso de este tipo es importante valorar primero si el suceso tiene relación con ellos. Si es algo que ha sucedido en su entorno cercano y los medios de comunicación van a estar constantemente informando sobre el tema y hay gente conocida que haya sido afectada, entonces sin duda, hay que hablar sobre ello.
Hablar de forma sencilla, con un lenguaje adaptado a su edad. No hace falta dar detalles escabrosos o mostrar imágenes que puedan impactarles, pero es importante no mentir.
La edad es un factor muy importante a tener en cuenta: hasta los 5 años, probeblemente su capacidad de entendimiento de este tipo de situaciones es muy reducida, por lo que hablar de un evento de este tipo es solo recomendable hacerlo si le toca de muy cerca. De 6 a 12, entienden acontecimientos pero les resulta complicado seguir la correlación entre causas y consecuencias. Y a partir de 12 años, podemos hablar en profundidad de los motivos que lleva a alguien a cometer algo así.
Una manera de comunicar un suceso de este tipo, es hacerlo en órden cronológico: partir de un comienzo: «recuerdas que hoy había un concierto….» y seguir relatando lo sucedido: «pues cuando finalizó ha pasado esto…. y el resultado ha sido,…»
Recalcar que estos sucesos son excepcionales y que los lleva a cabo gente que quiere hacer mucho daño. No cualquiera tiene estas ideas.
Transmitir qué se está haciendo para solucionar el tema o qué medidas de seguridad se toman.
Y, sobre todo, mostrarse accesibles antes cualquier demanda del niño a este respecto. Si necesita llorar, ofrecer apoyo. Si tiene preguntas, estar dispuesto a escucharlas y responder en la medida de lo posible. No tenemos que tener miedo a contestar «no lo sé», si realmente no tenemos respuesta a sus preguntas.
Siempre insistir en que nosotros vamos a estar allí donde ellos nos necesiten para ayudarlos.