La mamá de Leo (3 años) y Emma (4 meses)
He de reconocerlo, no soy una madre abnegada; yo también tengo mis necesidades.
Desde el día 1 del nacimiento de mis hijos he compartido la maternidad/paternidad con mi pareja más o menos al 50%, cometiendo ambos muchos errores (como corresponde a todo padre/madre primerizo) pero dando ambos lo mejor de nosotros mismos. Eso sí, con un límite: ese que te permite enseñar a tus retoños que los demás también tienen sus necesidades.
Cuando Maslow (Abraham Maslow,1943, «A Theory of Human Motivation«) en su pirámide de necesidades, hace una jerarquización de éstas en 5 niveles y llama a los cuatro primeros niveles “necesidades de deficit”, quiere decir que estos primeros niveles son necesarios para no sufrir ciertas carencias o padecer determinadas patologías como depresión, alienación, invalidez emocional….