En AITTA, nos centramos en la atención a niños y adolescentes, comprendiendo que cada etapa del desarrollo constituye un momento clave en la formación de la personalidad, las habilidades cognitivas y el bienestar emocional. Durante la infancia y la adolescencia, el cerebro se encuentra en constante construcción, lo que lo hace especialmente sensible a las experiencias, los aprendizajes y las relaciones con el entorno. Por ello, en AITTA nos hemos especializado en neuropsicología infantil y juvenil, una disciplina que permite comprender cómo los procesos neurológicos influyen en la conducta, el aprendizaje y las emociones. A través de una evaluación individualizada, ofrecemos una intervención ajustada a las necesidades de cada niño o adolescente, potenciando sus fortalezas y acompañando a las familias en el proceso de desarrollo y crecimiento.
Neuropsicología infantil Madrid
La neuropsicología infantil está orientada a potenciar el desarrollo de la neuroplasticidad a través de la creación de nuevas conexiones, con la finalidad de ayudar a la maduración y a la organización y reorganización del cerebro. También en aquellos casos en los que hay algún tipo de afectación a nivel cerebral o del neurodesarrollo.
El neuropsicólogo infantil realizará una primera entrevista con los padres, para después, evaluar al niño mediante la realización de las pruebas pertinentes. Tras esto, se realiza una corrección y un análisis detallado de las mismas, con la finalidad de aportar un diagnóstico orientado al diseño de un plan de intervención posterior.
¿Qué trastornos neuropsicológicos trabajamos?
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Dificultades de atención:
Las dificultades de atención en niños se manifiestan como problemas para concentrarse, seguir instrucciones y mantenerse en una tarea. Estas dificultades pueden afectar su rendimiento académico y su relación con el entorno, haciendo que se distraigan fácilmente y presenten olvidos frecuentes. Detectarlas temprano es clave para intervenir y ofrecer apoyos que mejoren su capacidad de atención y desarrollo.
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Dificultades de aprendizaje:
Las dificultades de aprendizaje en los niños afectan su capacidad para leer, escribir o realizar cálculos matemáticos de forma adecuada para su edad. Pueden presentar problemas persistentes para comprender lo que leen, expresar sus ideas por escrito o manejar conceptos numéricos. Estas dificultades requieren una evaluación especializada y apoyo específico para favorecer el desarrollo académico y personal del niño.
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TDAH:
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en niños se caracteriza por dificultad para mantener la atención, hiperactividad e impulsividad que afectan su desempeño escolar y social. Los síntomas incluyen problemas para concentrarse, seguir instrucciones, permanecer quietos, esperar su turno y controlar impulsos. Puede manifestarse con distracción constante, movimientos inadecuados, hablar excesivamente e interrupciones frecuentes, y suele observarse en varios ambientes como en casa y en la escuela. Detectar estos signos a tiempo permite intervenir y apoyar el desarrollo del niño de forma adecuada.
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Trastornos del aprendizaje (Dislexia, discalculia, disortografía):
Los trastornos del aprendizaje incluyen dificultades específicas en la lectura, escritura y matemáticas que afectan el rendimiento escolar a pesar de una inteligencia normal y una instrucción adecuada. La dislexia se caracteriza por problemas en la precisión y fluidez lectora, la discalculia por dificultades en el cálculo y razonamiento matemático, y la disortografía por errores persistentes en la ortografía y expresión escrita. Estos trastornos requieren una evaluación especializada y un abordaje multidisciplinario para adaptar la enseñanza y apoyar al niño en su desarrollo académico y emocional.
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Trastornos del Neurodesarrollo:
Los trastornos del neurodesarrollo son un grupo de afecciones que afectan el desarrollo del sistema nervioso central desde la infancia, incluyendo problemas en el aprendizaje, la comunicación, la atención y la conducta. Algunos síntomas comunes son dificultades para mantener la atención, problemas en el lenguaje, hiperactividad, impulsividad, retrasos en habilidades sociales y bajo rendimiento escolar. Estos trastornos, que incluyen el TDAH, trastornos del espectro autista y discapacidades intelectuales, requieren detección e intervención temprana para favorecer un desarrollo óptimo.
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Retrasos globales en el desarrollo:
El retraso global en el desarrollo se refiere a un retraso significativo en dos o más áreas del desarrollo infantil, como la motricidad gruesa y fina, el lenguaje, las habilidades cognitivas, sociales y la autonomía personal. Los niños pueden presentar dificultades para gatear, caminar, comunicarse, comprender instrucciones o relacionarse con otros. Detectar y atender estos síntomas de forma temprana es fundamental para aprovechar la plasticidad cerebral y mejorar el desarrollo general del niño con intervenciones adecuadas.
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Daño sufrido tras traumatismo craneoencefálico, tumores cerebrales, accidentes cerebrovasculares…
El daño cerebral sufrido tras traumatismo craneoencefálico, tumores cerebrales y accidentes cerebrovasculares puede causar secuelas cognitivas, conductuales y emocionales en niños y adolescentes. Estas secuelas incluyen déficits en la atención, la memoria, el lenguaje, la función ejecutiva y el control emocional, que afectan el desempeño escolar y social. La evolución depende de la gravedad de la lesión, la edad del niño y el seguimiento a largo plazo, siendo fundamental una intervención temprana y personalizada para mejorar la calidad de vida y el desarrollo integral.