Muchas veces a los padres nos molesta que los niños estén todo el día jugando y se lo tomen todo como un juego. Pero… ¿conocemos realmente el significado del juego? Se habla de juego cuando nos referirnos a una actividad que resulta placentera y cuyo objetivo principal es la diversión y el disfrute. Y aunque pueda parecer que se trata de una actividad frívola, sin un significado más allá, lo cierto es que tiene un significado en la evolución de los niños.
Para entenderlo deberíamos fijarnos en los animales. Seguro que cualquiera puede recordar las imágenes de un perro o un gato doméstico jugando cuando es todavía un cachorro. Y es que todos los mamíferos juegan en su etapa de cría. A través del juego la madre enseña a sus cachorros habilidades básicas para su supervivencia: les enseña a moverse, luchar, buscar comida, etc.
El juego de los niños no es muy diferente.
Al inicio de la vida realizan juegos de movimiento, en solitario que favorecen su desarrollo motor. Más adelante, comienza juegos de interacción que estimulan su desarrollo social y a partir de los 3 años, aparece el juego simbólico. Éste es el momento en que los niños empiezan a realizar acitividades lúdicas donde aprenden cómo manejarse en el mundo de los adultos. Juegan a papás y mamás, a profesores, a médicos y esto les ayuda a desarrollar habilidades y maneras de «adulto». Se trata de algo más complejo que la imitación ya que es una actividad creativa a través de la cual interiorizan normas y roles sociales.
Unos años más y aparecen los juegos de reglas y de equipo. Comprender el significado de las normas en el juego es el inicio de su desarrollo ético y les ayuda en su integración en la comunidad en la que viven. En los seres humanos la convivencia en sociedad es vital para nuestra supervivencia.
La correspondencia fisiológica de estas actividades.
El desarrollo neurológico de un niño a medida que crece consiste en la maduración de sus estructuras cerebrales. Un bebé al nacer viene dotado con una serie de reflejos primitivos que aseguran su supervivencia y unos órganos sensoriales que captan la información del medio para ayudarle en su adaptación al entorno. Gracias a los sentidos, el cerebro recibe información del medio que le rodea y esto es lo que realmente hacer crecer las conexiones entre las neuronas y potencia la maduración neurológica. Está comprobado que el juego aumenta las conexiones del área cerebral encargada del mismo, el sistema límbico. Esta área, propia de los mamíferos, es la que controla las respuestas emocionales y está muy relacionada con la memoria y, por ende, el aprendizaje.
De todo lo anterior podemos deducir que el juego es una actividad vital y necesaria que potencia el desarrollo intelectual y está muy ligada a la afectividad.Y, sobre todo, que la mejor manera de aprender es jugando o consiguiendo que el aprendizaje resulte una tarea divertida y placentera.
1 comentario en «¿Sabías que el juego es imprescindible para el desarrollo cerebral?»
[…] Para asimilar todas las experiencias que tienen en su día a día los niños necesitan tiempo, un tiempo que proporciona el juego, gracias al cual serán capaces de integrar todo lo aprendido. Hablamos de juego creativo, no juego didáctico y dirigido. El juego es fundamental para el aprendizaje y la ausencia de tiempo para ello supone un factor de riesgo en los niños. […]