Sabemos que el sueño es una necesidad vital y que la privación del mismo puede llegar a causar la muerte. La necesidad de horas de sueño varía a lo largo de la vida y es especialmente importante en los bebés y los niños. Se habla mucho de la necesidad de sueño en relación al aprendizaje. Y, de hecho, el cerebro no está inactivo mientras dormimos. Más bien al contrario, parece que durante los momentos de sueño existe una gran actividad cerebral que ayuda en la asimilación de los nuevos aprendizajes.
Ahora además se ha encontrado relación entre el sueño y la expresión y el procesamiento emocional. Según un estudio* realizado por la University of Colorado en Estados Unidos los niños que duermen menos tienen una respuesta emocional positiva menor y muestran mayor negatividad ante la frustración.
El estudio se llevó a cabo con niños de 30 a 36 meses a los que se privó de su siesta diaria y se observó su respuesta emocional ante estímulos positivos, negativos o neutros y ante la realización de puzzles con distinta dificultad para valorar sus expresiones frente al éxito o el fracaso.
Los resultados revelaban que los niños que no habían dormido su siesta habitual se mostraban más indiferentes y negativos ante los estímulos, expresaban menos emociones positivas ante las tareas que resuelven exitosamente y daban muestras de una mayor ansiedad ante la frustración. Así pues parece que el sueño es una actividad clave para la gestión emocional de los niños. Cuando son privados de sueño, los niños son menos capaces de aprovechar las experiencias positivas y se vuelven menos adaptables al medio que les rodea.
Los autores del estudio llegan a afirmar que la privación persistente de sueño puede provocar que los niños no consigan aprender a regular sus respuestas emocionales y les haga más propensos a padecer trastornos afectivos o emocionales en el futuro.
Puede que los efectos a largo plazo sean más difíciles de valorar pero lo cierto es que todos los padres somos conscientes del estado de ánimo alterado que muestran nuestros niños cuando no han dormido lo sificiente. Este estudio simplemente pone el acento en la necesidad de respetar los horarios de sueño de nuestros pequeños y nos recuerda por qué es tan importante para los niños dormir un número suficiente de horas.
*Journal of Sleep Research. Article first published online: 11 OCT 2011