Hoy no presentamos un libro de lectura si no uno de dibujos.
Los mandalas son representaciones gráficas que simboliza las fuerzas del universo (el macrocosmos y el microcosmos). Son utilizadas en algunas religiones especialmente en el budismo y en el hinduismo para ayudar a la meditación.
Carl Gustav Jung hablaba de ellas como expresiones del inconsciente colectivo. Los mandalas se han utilizado desde siempre para ayudar a la concentración, a la creatividad, al aprendizaje y como medio de relajación.
Su forma circular sugiere la perfección ya que se da equidistancia de todas las figuras al centro y también trasmite el carácter cíclico de los fenómenos naturales. Con el mandala se pretende trasmitir estas ideas.
Es ya conocido el hecho de que las manualidades contribuyen de manera importante a la relajación, ayudan a despejar la mente y ejercitan la capacidad de focalización sobre algo importante.
Son muchos los que utilizan los mandalas para trabajar la concentración y apoyar la relajación.
El libro que presentamos hoy aquí es una adaptación al público infantil de estos dibujos. Colorear un mandala es una actividad que resulta atractiva y lúdica casi para cualquier niño. Las hojas están punteadas para facilitar el arrancado de la hoja y poder usarla de manera aislada.
Otra vertiente de la actividad para realizar en clase se consigue ampliando el tamaño de alguno de los dibujos y colorearlo en grupo.
Muy útil para aquellos a los que les gusta colorear o para hacerlo padres y niños al tiempo. Ideal para terapeutas y personas que trabajan con niños.