Es probable que estos meses hayan aumentado los miedos de los niños. Los miedos son irracionales y difíciles de gestionar solo con la lógica. Por ello, desde AITTA os proponemos seis ideas que os pueden ayudar a manejarlos.
1.- Como primera idea sugerimos buscar un objeto transicional. Trata de buscar un objeto que tenga un valor importante para él, que le genere seguridad y confianza o que le haya acompañado en muchos momentos de su vida. Puede ser un peluche, una manta, un juguete. Es importante tenerlo a mano para que lo lleve en el momento que pueda empezar a sentir miedo: ir a dormir, salir a la calle, volver al colegio, etc.
2.- En segundo lugar, recomendamos hacer una caja de los miedos, para ello prepara una caja que él mismo pueda decorar por fuera. Una vez decorada, haced tarjetas donde por un lado escribáis situaciones potenciales de miedo: cuando apago la luz, cuando papá se va a la habitación de al lado. Por el otro lado de las tarjetas, escribid soluciones prácticas a esos posibles miedos: dejar una luz encendida, cerrar los ojos e imaginar cosas bonitas. La caja tiene que quedar en algún lugar accesible de su habitación y así pueda recurrir a ella cuando lo necesite.
3.- Una tercera opción es dibujar su lugar seguro, para ello puedes invitar a tu hijo a que cierre los ojos durante unos segundos para después pedirle que trate de imaginar un lugar tranquilo, que le transmita calma y tranquilidad y dónde sienta que nada malo puede ocurrirle. Indícale que se fije en cómo es la luz, el olor, los sonidos que se escuchan, la temperatura de ese lugar, y que también preste atención a si se trata de un lugar conocido o no, si hay alguien más o si está solo. Para terminar, dile que abra los ojos e intente plasmar en un papel lo que ha imaginado, puede dibujar el lugar o simplemente poner color a las sensaciones que ha experimentado.
4.- En cuarto lugar, planteamos ridiculizar el miedo. Tiene que cerrar los ojos y pensar en aquello que le da más miedo. Una vez localizado, sugiérele que trate de buscar algo que pueda hacer parecer ridículo ese miedo, como una vestimenta determinada, una característica o un complemento. Por ejemplo, si su miedo es hablar en público, puede pensar que todos sus compañeros le están mirando y esperando a que hable. En ese momento, dile que imagine a todos sus compañeros con un lazo ridículo en la cabeza o pensar que la profesora habla con voz de dibujo animado, etc.
5.- En ocasiones no somos capaces de calmar a nuestros hijos solo con palabras, por eso nuestra quinta propuesta trata de crear un objeto externo o amuleto. Puede ser algo que él piense que le va a hacer sentir más seguro: un spray anti-monstruos para ir a dormir, una chaqueta a prueba de virus para salir a la calle, una pluma que lo acompañe para darle suerte en alguna situación difícil. En la medida de la posible, recomendamos algo que fabriquéis en casa, así será totalmente personalizado y a su gusto. Es importante que él sienta que tú confías en el poder de ese objeto tanto como él.
6.- Por último, en sexto lugar os animamos a escribir un cuento. Anima a tu hija a imaginar una historia donde incluya al menos un villano, que representará al miedo y un héroe, que puede tener algún parecido físico con él, y que simbolizará sus fortalezas. Una vez planteados los personajes, solo queda desarrollar una historia y apoyarla con un dibujo o alguna creación manual como plastilina o cerámica. Para finalizar, trata de cerrar el cuento con un final feliz o esperanzador. Ahora solo queda leerlo cuantas veces quiera.
Por María Sánchez