Leyendo algunos artículos en torno al consumo de sustancias, hemos podido observar que en la actualidad el consumo de alcohol por parte de menores ha ido en aumento.
Alguno de los factores que pueden favorecer que se produzca este hecho son el ambiente familiar: éste puede favorecer en gran medida que el menor no vea con malos ojos el consumo de alcohol si en su casa está normalizado el consumo de este mismo, aunque se le hagan advertencia de que sea negativo para su salud, al seguir viéndolo en su entorno cercano el menor no percibirá igual el peligro.
Otro de los factores que da pie a la toma de alcohol en niños o adolescentes, es su propio círculo de amistades, si los menores observan como su amigos beben alcohol de forma regular y les invitan para que hagan lo mismo, por lo general los menores tienden a hacer lo que digan y vean de círculo de amistades para así tener un «reconocimiento« o «aceptación« en su grupo.
También de aquí se puede destacar,la maduración biológica temprana (especialmente dada en las niñas), la explicación a esto es que las niñas al entrar en la pubertad a una edad temprana consiguen amigas y amigos mayores, ya que se ven más identificados con ellos y con ello se aumenta así el riesgo de consumo.
La búsqueda de sensaciones está estrechamente relacionada con este consumo, ya que en estas edades por lo general se suelen buscar experiencias novedosas e intensas que puedan implicar algún tipo de riesgo.
Por otro lado, los medios de comunicación como son los anuncios que promocionan alcohol, también pueden incitar a los menores al consumo de esta sustancia dado que se representan de forma positiva y placentera.
Por lo tanto, viendo los distintos puntos de vista de cómo se favorece el consumo de alcohol en los menores, se pueden optar por alternativas para la prevención de este o al menos dar un mayor concienciación de las siguientes formas:
- Dialogar con los menores aprovechando aquellas oportunidades en las que estén predispuestos a hablar y no solo cuando nosotros queramos hablar con ellos.
- Enseñar moderación (sobriedad) en general y en el uso del dinero en particular.
- Ofrecer un modelo adecuado con el propio consumo de alcohol. Dar ejemplo de sobriedad en el consumo de alcohol.
- Conocer a sus amigos y a su pandilla y ofrecer, en la medida de lo posible, la propia casa para que se reúnan.
- Mantener unos horarios razonables pero firmes en las «salidas».
- Reforzar positivamente las conductas que lo merezcan y negativamente las que requieran corrección, señalando estas últimas y explicando la actuación correcta, pero sin descalificar a las personas.
Por Susana Gallardo