La actividad física y el deporte son componentes fundamentales en el desarrollo y el bienestar tanto de niños como de adultos. A lo largo de los últimos años, la sociedad ha cambiado mucho sus hábitos de vida, llevando un estilo de vida más sedentario, especialmente en el caso de los niños debido al avance de la tecnología y las demandas académicas cada vez más exigentes. Esta situación ha llevado a una disminución en la práctica de actividad física y deporte, con consecuencias negativas para la salud física, mental y emocional de las personas.
El ejercicio físico y el deporte no solo son beneficiosos para la salud física, sino que también desempeñan un papel muy importante en el desarrollo cognitivo y emocional. A través de la liberación de sustancias beneficiosas en el cerebro que son liberadas por la práctica del deporte, conseguimos reducir el estrés y la ansiedad, lo que nos proporciona una sensación de bienestar y satisfacción. Además, permite a los niños identificar y manejar sus emociones, experimentando el placer de la competencia y la superación de retos.
En el caso de los niños, el juego y la práctica del deporte son fundamentales para su desarrollo integral. El juego no sólo es sinónimo de diversión, sino que también a través de él los niños aprenden a resolver problemas, a relacionarse con los demás y a regular sus emociones y a ellos mismos. Pero actualmente, el tiempo libre de los niños cada vez está más ocupado en actividades sedentarias como el uso de dispositivos móviles o los videojuegos.
Además, el escaso tiempo dedicado a la actividad física en las edades tempranas puede tener graves consecuencias para la salud a largo plazo, incluyendo el aumento del riesgo de obesidad, enfermedades cardiovasculares y trastornos mentales. Por ello es importante fomentar esta práctica deportiva desde que los niños son pequeños tanto en la familia como en el colegio.
El deporte tiene muchos beneficios, entre los que destacan que promueve un crecimiento físico saludable, desarrolla habilidades motoras, aumenta la concentración y el rendimiento escolar, y fomenta valores como el respeto, el compañerismo o la responsabilidad. Además, influye en el desarrollo de los procesos cognitivos como la memoria, atención, lenguaje, percepción y pensamiento.
El ejercicio físico y el deporte no solo son importantes para mantener el cuerpo sano y en forma, sino que también son fundamentales para el bienestar mental y el desarrollo de todas las personas en todas sus etapas de la vida.
Por Irene de Loresecha de los Ríos