Cómo ser una mamá cruasán:una nueva forma de educar con sentido común.
Este libro de nombre tan apetitoso nos lleva a hacer una reflexión sobre la manera como educamos a nuestros hijos. La comparación entre la maternidad americana y la francesa no es más que una excusa para indagar sobre las bases en las que debemos apoyarnos a la hora de críar a un hijo.
Su autora, Pamela Druckerman tal vez sin pretenderlo, nos invita a observar el comportamiento que tenemos como padres. Y no es un hecho vanal dado que dependiendo de nuestra actuación así saldrán nuestros hijos. Es cierto que la realidad no es tan lineal pero sí que el libro nos aporta una idea de cómo nuestros propio agobios y nuestra eterna preocupación por los hijos no siempre beneficia ni a los niños ni a nosotros.
El libro, que está escrito como si de un diario de maternidad se tratara, nos habla sobre cómo conseguir que los recién nacidos duerman de un tirón, cómo lograr que sean buenos comedores y no sacos sin fondo de carne y pasta únicamente, cómo manejar las normas y los límites en casa, cómo conseguir que sean unos niños con un comportamiento social medianamente aceptable.
Puede que no compartamos todas las premisas de las que parte la autora ni que lleguemos a las mismas conclusiones pero sí es cierto que la lectura de este libro nos guía a una profunda reflexión sobre cómo hacemos las cosas y qué podemos hacer para hacerlas de manera distinta.
Una de las cuestiones más interesantes del libro es que en él su autora nos relata su propia experiencia en la maternidad y cómo se da cuenta de la cantidad de cosas que podría mejorar como madre, siendo fiel así al título de uno de sus capítulos: «La madre perfecta no existe«.
Lectura ideal para padres en formación.