¿Qué son los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) y cómo podemos detectarlos?

¿Qué son los TCA?

Los trastornos de la conducta alimentaria y de la ingesta de alimentos (TCA) se caracterizan por una alteración persistente en la alimentación o en el comportamiento relacionado con la alimentación, lleva a una alteración en el consumo o en la absorción de los alimentos y causa un deterioro significativo de la salud física y/o del funcionamiento psicosocial (APA, 2014).

Los TCA constituyen un problema de salud por su creciente incidencia y alta prevalencia. Actualmente, son el primer problema de salud mental en adolescentes, por lo que pueden llegar a considerarse una verdadera “epidemia” en sociedades desarrolladas e industrializadas como la nuestra. Respecto a la edad de inicio de los TCA, encontramos que la media está en 17 años, aunque se han detectado casos de niños/as de apenas 7 años (Moreno y Ortiz, 2009). Cada vez más se está confirmando una mayor tendencia a la aparición precoz de los TCA, bajando la media de edad de aparición de estos trastornos. En cuanto a la prevalencia por sexos, encontramos que las mujeres de entre 15 y 24 años suelen ser la población más afectada.

Dentro de los TCA podemos encontrar diferentes tipos como Pica, Rumiación, Restricción en la ingesta de comida o Atracones. Pero, sin duda, los más extendidos son la Anorexia Nerviosa y la Bulimia Nerviosa.

La anorexia nerviosa se caracteriza por la restricción de la ingesta energética persistente, el miedo intenso a ganar peso o engordar y la alteración en la forma de percibir el peso y la constitución corporal. Se suele mantener un peso corporal por debajo del nivel mínimo normal para su edad, sexo, fase del desarrollo y salud física. Dentro de la anorexia nerviosa podemos encontrar dos tipos:

    • Restrictivo: la pérdida de peso es debida sobre todo a la dieta, al ayuno y/o al ejercicio físico excesivo.
    • Con atracones/purgas: cursa con atracones recurrentes o con vómito autoprovocado, utilización incorrecta de laxantes, diuréticos y/o enemas.

La bulimia nerviosa está caracterizada por episodios recurrentes de atracones acompañados de sensación de falta de control, comportamientos compensatorios inapropiados y recurrentes para evitar el aumento de peso y una evaluación que se ve influida indebidamente por el peso y la constitución corporal.

¿Cómo podemos detectarlo?

Tenemos que estar pendientes de determinadas conductas ya que éstas nos pueden poner sobre alerta ante la posibilidad de que exista un TCA. Los signos y síntomas de sospecha más frecuentes son los siguientes:

  • Inexplicable pérdida de peso.
  • Amenorrea secundaria en preadolescentes y adolescentes (chicas).
  • Pertenencia a grupos de riesgo (antecedentes de obesidad, ballet, etc).
  • Preocupación excesiva por perder peso en personas delgadas, sobre todo.
  • Mayor frecuencia de sensación de frío en comparación con otros compañeros/as.
  • Cambios en los hábitos de vestido y en los horarios.
  • Cambios de carácter repentinos (irritabilidad y apatía) que dificultan las relaciones familiares y/o con el grupo de iguales.
  • Horario de comidas anormal y evitar coincidir con otras personas para comer.
  • Evitación de determinadas comidas y rechazo de alimentos no dietéticos.
  • Cambios repentinos en el nivel de actividad física, es decir, que realicen ejercicio compensatorio.
  • Dificultad para calcular las raciones.
  • Pensar excesivamente acerca de la comida e interés por la forma de comer de los demás.
  • Cambios en el interés y la atención que presta a la “comida sana” y a los modelos de alimentación saludable.
  • Incapacidad para identificar hambre o saciedad.
  • Combinaciones de alimentos inapropiadas.
  • Poca variedad de comidas y cambios en los gustos alimentarios.
  • Conductas rígidas y poco espontáneas durante las comidas.
  • Cambios en la velocidad de ingesta de los alimentos.
  • Rituales y conductas poco adecuadas en las formas de comer y/o partir los alimentos.
  • Preocupación y molestias gastrointestinales, estreñimiento o control excesivo de las excreciones.

¿Cómo podemos prevenir los TCA como padres?

Nos parece de suma importancia que los padres y madres puedan prevenir en sus hijos/as algunos problemas de alimentación, pensamientos y emociones erróneos sobre su cuerpo y, así, poder ayudarles a mejorar la educación sobre alimentación y vida saludable. Por ello, os proponemos este decálogo:

  1. Animar a nuestros/as hijos/as a ser sociables y a relacionarse con los demás niños/as.
  2. Animarlos a ser independientes y autónomos.
  3. Premiar los pequeños logros en el momento y no esperar a mayores metas en el futuro.
  4. No insistir en el perfeccionismo.
  5. No fijar patrones o normas difíciles para el niño/a.
  6. Mostrarle amor sin sobreprotegerlo excesivamente.
  7. No dar importancia al peso, talla o figura corporal.
  8. No dar demasiada importancia a la comida o a la alimentación.
  9. Educar sexualmente a sus hijos/as.
  10. No castigar físicamente a sus hijos/as.
Por Vanesa Tesouro Hervás.

Deja un comentario

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.