Concienciar a los niños de los peligros que corren y protegerlos para que crezcan sanos es nuestra responsabilidad como padres. Igual de cierto es poder crear un ambiente seguro y estable para potenciar su equilibrio psicológico. Así pues en una situación de emergencia sanitaria como la que nos encontramos ahora mismo con respecto al coronavirus, no está de más tomar conciencia sobre cómo podemos prevenir a los niños sin resultar alarmistas.
Tenemos que tener en cuenta que el aprendizaje vicario es muy importante, es decir, los niños aprenden más de nuestro comportamiento que de nuestras palabras. Somos un modelo muy representativo para ellos y la manera en la que nosotros afrontemos la situación va a servir de guía para ellos. Por tanto, de nada va a servir que les digamos y repitamos que estén tranquilos mientras pueden observar nuestro nerviosismo.
Lo principal entonces es saber mantener la calma nosotros mismos y desde ahí poder hablar con nuestros hijos sobre aquello que sucede. Si notamos que estamos ansiosos o afectados por aquello que queremos comunicar quizá no sea el momento apropiado para hablar de ello. A continuación os sugerimos una serie de indicaciones para transmitir este tipo de noticias:
- No ocultar la noticia. Hablar abiertamente sobre lo que ocurre. Si no lo hacemos nosotros, lo harán otros amigos o compañeros o lo oirán en distintos medios de comunicación y su imaginación puede hacer que se hagan una idea exagerada de lo que está sucediendo.
- Seguir un órden cronológico en lo que les contamos para que puedan entender la lógica de los acontecimientos.
- Hablar con palabras que les resulten cercanas y comprensibles. Si usamos tecnicismos, nuestra explicación de lo que ocurre, lejos de calmarlos puede resultar incomprensible.
- Dar instrucciones claras sobre lo que queremos que hagan. Aunque la explicación les ayude a entender por qué tienen que tomar ciertas medidas, si no les pedimos de manera directa que adopten ciertas medidas no lo harán. Su deducción o conclusiones sobre lo que tienen que hacer no siempre coincidirá con la nuestra.
- Por último, estar abiertos a que nos pregunten todo lo que quieran. Y no tener vergüenza en reconocer que no sabemos algo cuando realmente no tenemos respuesta para sus preguntas.
Estas recomendaciones nos pueden servir como guía a la hora de comunicar cualquier suceso o noticia relevante en la vida de nuestros hijos que les afecte de manera directa y que requiere que pongan en marcha una serie de conductas.