La autolesión es cualquier producción intencionada de daño hacia el propio cuerpo.
Muchos niños y jóvenes se autolesionan. Dejaremos aparte el caso de los niños con restraso mental donde normalmente la autolesión aparece unida a la frustración por dificultades en la comunicación y/o como método de autoestimulación. Esto es un caso diferente al que queremos referirnos.
Las autolesiones en chicos y chicas con un desarrollo cognitivo standard son un fenómeno cada vez más frecuente en la adolescencia. Pero ¿cuál es el motivo?
La mayoría de los padres piensan que es un manera de llamar la atención pero esto no es más que la punta del iceberg.
Llamar la atención puede explicar el inicio o mantenimiento de algunas autolesiones pero no es el único motivo que las hace aparecer. Sentirse mal con uno mismo, no quererse, sentir rabia hacia uno mismo o hacia los que están a nuestro alrededor, verse feo/a, darse asco, provocar un dolor externo y controlable que se sabe de dónde procede frente a todo ese dolor interno, difuso y dañino del que desconocemos el origen, desviar la atención de pensamientos recurrentes y desagradables que inundan la mente, sentir «algo» frente a una sensación de vacío, de la nada que nos destruye por dentro…..Estas son algunas de las motivaciones más frecuentes que los chicos y chicas que se autolesionan expresan.
Hacerse daño es como una forma de liberar tensión emocional interna que no saben manejar. Evidentemente después de lesionarse viene el dolor, el arrepentimiento, el sentirse mal por estar engañando o tener que ocultar las heridas que han dejado huella. Muchas veces esta situación vuelve a generar ansiedad porque se sienten débiles al no poder controlar lo sucedido, se dan asco por las heridas que han quedado en su cuerpo… y otra vez aparece ese dolor interno e incontrolable.
Como padres resulta extremadamente difícil lidiar con esta situación ya que descompensa a toda la familia. Por eso es importante leer sobre posibles soluciones y maneras de abordar el tema y, sobre todo, recurrir a la ayuda de un especialista.
Autolesionarse no es un intento de suicidio pero si el dolor persiste, los síntomas depresivos se agravan y la angustia no disminuye, algunos chicos y chicas comenzarán a tener ideas de suicidio. Hay que seguir muy de cerca lo que sucede en estos casos y nunca quitarle importancia.