Dificultades en el desarrollo de la lateralidad.

Por Ainhoa Uribe.

Ya hemos hablado en otro artículo del desarrollo de la lateralidad y de su implicación en el aprendizaje de la escritura. Como resúmen, solo diremos aquí que el hecho de que un niño llegue a ser diestro o zurdo no es más que la parte visible de un proceso neurológico complejo que hace que nuestro cerebro funcione de manera más eficiente.

El desarrollo de la lateralidad también nos proporciona una referencia espacial y temporal interna: donde está la derecha o la izquierda, qué es arriba o abajo, antes o después, ayer o mañana.

Estos conceptos son básicos y absolutamente necesarios para la escritura y la lectura puesto que nos ayudan a distinguir letras muy similares como pueden ser la «p» de la «q» o la «b» de la «d». Y si además añadimos las nociones temporales, vemos que no es lo mismo leer «no» que «on» o «el» que «le».

Así pues, las dificultades en el desarrollo de la lateralidad pueden afectar, y mucho, al aprendizaje de la lectura y escritura.

Este aprendizaje además resulta el pilar fundamental de la gran mayoría de aprendizajes académicos dado que culturalmente el conocimiento se transmite de forma escrita.

¿Qué problemas pueden surgir durante el proceso de lateralización?

Puede suceder que la lateralidad no termine de definirse, que los factores externos condicionen una lateralidad que no es la propia del niño o que se produzca una lateralidad cruzada.

•  Lateralidad poco definida: se entiende aquella en la que el niño no ha adquirido una lateralidad claramente definida a la edad esperada para ello (en torno a los 5 o 6 años).
• Lateralidad contrariada: aquella en la que el niño utiliza una mano para escribir o realizar actividades manuales claramente influenciadas por la cultura (como pintar o recortar) y, sin embargo, su mano preferente es la contraria para el resto de actividades (como botar una pelota, usar un martillo, raqueta, etc.)
• Lateralidad cruzada: el niño utiliza una mano de forma preferente y, sin embargo, tienden a usar como preferentes el ojo o pie del lado contrario.

¿Qué signos presenta un niño con dificultades en su lateralidad?

Los niños con problemas en la definición de su lateralidad presentan una serie de síntomas que se observan principalmente en la lectura y escritura pero no sólo ahí.

Suelen ser niños a los que les cuesta automatizar la lectura, la escritura o el cálculo, con mucho desórden en los puntos de referencia corporal, que no saben situarse en el tiempo o en el espacio, que a nivel lector realizan muchas inversiones, al igual que en la escritura, cuya velocidad lectora es lenta, su comprensión pobre, tienen problemas de indecisión e inestabilidad y, en algunos casos, presentan importantes problemas psicomotrices.

Estos niños empiezan  a tener problemas académicos cuando comienzan el aprendizaje de la lectura y la escritura y si no se les da una solución, pronto se convierten en un claro ejemplo de fracaso escolar.

¿Qué se puede hacer para ayudar a estos niños?

Este tipo de niños se beneficia enormemente de los programas de estimulación psicomotriz (tipo Método Padovan o TMR) ya que estimulan las etapas de desarrollo previas a la lateralización y potencian las conexiones interhemisféircas a nivel cerebral.

También consiguen un mejor resultado si el aprendizaje de la lectura y la escritura se retrasa hasta que su lateralidad se ha desarrollado plenamente.

Y, en casos de niños muy pequeños, lo más recomendable suele ser plantearse un cambio en la mano que utilizan a la hora de escribir.

En cualquiera de los casos, lo más recomendable resulta consultar con un especialista.