Actualmente conocemos los trastornos de alimentación más que antes, su triste aumento y afectación en los adolescentes está siendo un motivo de alarma para los profesionales de la salud y los padres que ven cómo sus hijos pierden la vitalidad y la alegría día a día.
Para un clínico que trabaja ayudando a estos pacientes, existen diferentes diagnósticos en función de los síntomas que presente la persona. A grandes rasgos podemos hablar de Anorexia y de Bulimia.
Quien padece Anorexia se niega a comer, evita las situaciones sociales en las que tenga que hacerlo, hace ayunos a veces prolongados y se ve realmente con sobrepeso. Algunas personas con anorexia, después de comer un poquito, lo cual hacen para intentar mantenerse en pie, o para satisfacer los deseos de otros, vomitan esa pequeña ingesta y/o toman cantidad de laxantes para purgarse. Hablamos entonces de un subtipo de anorexia que se llama anorexia purgativa.
En el otro extremo, encontramos la denominada Bulimia. Se trata también de pacientes que se ven pasados de peso. Éstos al contrario que los anteriores, suelen presentar normopeso, es decir, un peso acorde a la media general. Esta misma sensación acompañada del fracaso de su voluntad al intentar controlarse, les lleva a entregarse totalmente a la voracidad y, en ocasiones, se atracan de comida. Posteriormente vomitan para sacar de su cuerpo lo que han comido, y también para castigarse por lo que hicieron.
La realidad de las personas que sufren este trastorno es un día a día viviendo en el “infierno”, su cuerpo es su cárcel y no encuentran la manera de salir. Al contrario de lo que se dice muchas veces, en mi práctica clínica, no encontré a ninguna persona que hubiera enfermado por moda, por tontería adolescente o por llamar la atención. Me parece importante que seamos conscientes de que para salir de estas peligrosas pautas hay que ir más allá, entender su realidad y acompañarles en un trabajo mucho más amplio que va desde lo individual a lo familiar y social. Sólo así podremos ayudarles a respetarse y comenzar una relación de amor con ellos mismos, desconocida hasta entonces.
3 comentarios en «Los trastornos de la conducta alimentaria o TCA»
Hola, me interesa la pagina porque puede que nos traladaremos a Madrid y me interesan sus servicios, lo que si me interesaría saber es, si su filosofía es cónsona con la dieta libre de gluten y caseina así como el tratamiento biomedico aplicado al autismo, es para mi hijo de 5 años. Gracias
Hola María, en Aitta somo partidarios de tratamientos integrales que aborden todas las áreas del niño. Especialmente en casos de trastornos generalizados del desarrollo como es el autismo donde una única terapia resulta poco efectiva. Estamos especialmente en consonancia con terapias que tengan en cuenta la dieta del niño, como las que se basan en la medicina ortomolecular puesto que consideramos que son la base para cualquier tratamiento ya sean casos de autismo o hiperactividad. Pero por encima de todo, respetamos el criterio de los padres que buscan una solución para mejorar la calidad de vida de sus hijos.
[…] un artículo anterior, ya tratamos el tema de los trastornos de alimentación. En esta ocasión, nos centraremos en dos puntos principales: los factores familiares […]