El cine puede ser considerado una actividad lúdica y recreativa para toda la familia, sin embargo, ¿quién no ha llorado viendo Coco, se ha angustiado con el padre de Nemo y ha reído en Shrek?
Las películas nos hacen transportarnos a un nuevo escenario intrigados o interesados por la trama, por lo que está ocurriendo, vemos y oímos. Estimula nuestros sentidos y aumenta la actividad cerebral con cada imagen y sonido.
Son una poderosa herramienta de aprendizaje: permiten trabajar valores, emociones, sensaciones… Cuando vemos una película se remueve algo en nuestro interior con lo que nos sentimos identificados o empatizamos, nos hace reflexionar sobre lo que estamos viendo. La trama de cada película engrana una metáfora y un mensaje más profundo de lo que en ocasiones puede parecer. Frozen nos enseña la importancia del amor fraternal, DelRevés sobre las emociones básicas, Zootrópolis sobre los estereotipos, la igualdad o la integración… y muchas más que no mencionamos porque no nos gusta hacer spoiler.
Desde AITTA queremos aprovechar esta herramienta tan accesible y divertida para fomentar el desarrollo de la inteligencia emocional en los niños por eso iniciamos la nueva actividad de CINEFORUM.