En un artículo anterior, ya tratamos el tema de los trastornos de alimentación. En esta ocasión, nos centraremos en dos puntos principales: los factores familiares predisponentes a la enfermedad y la intervención clínica del psicólogo.
A pesar de que no existe un patrón fijo de comportamiento en familias con miembros con TCA, está probado que hay determinados indicadores familiares que se consideran “de riesgo”. A continuación haremos un breve recorrido por ellos.