No somos muy dados en este blog a ofrecer ideas de actividades concretas. Sin embargo, llega el verano una vez más y los padres empiezan a impacientarse por no saber cómo llenar todo ese tiempo libre que tienen los niños por delante. Evidentemente, las salidas a la naturaleza son la opción más acertada, normalmente más barata y que más puede llenar a los pequeños. Pero para aquellos que no se puedan mover de sus casas o que a pesar de salir fuera también tienen tiempo dentro, es interesante investigar sobre las manualidades o «actividades indoor».
Añadiremos que no es sólo cuestión de llenar el tiempo de los niños, se trata de favorecer la conexión padres-hijos mediante la realización de tareas conjuntas y, lo que es más importante, reforzar su autoestima. Este último punto quizá sea el más desconocido de las manualidades y sí, gracias al «hacer» los niños ven su autoestima reforzada.
El individuo descubre su persona sólo cuando se muestra creador.
Esto escribió Donald Winnicott pediatra, psiquiatra y psicoanalista inglés que dedicó toda su vida al trabajo con niños. Y es que la personalidad del niño se desarrolla en el hacer. Si favorecemos que un niño explore desarrollando su curiosidad innata (y con ello vendrán las pruebas y los experimentos) obtendrá sensaciones de control y manejo de materiales y situaciones que poco a poco van a construir la imagen que tiene de sí mismo. Es por esto que es importante dejar a los niños investigar, experimentar (siempre en un entorno seguro) y crear. Así llegamos a la autoeficacia percibida: la sensación que tienen ellos de que controlan o pueden realizar determinadas cosas.
Os proponemos 10 actividades distintas que pueden resultar divertidas (algunas necesitan supervisión de adultos y otras no):
- Construir una torre con bloques o piezas tan alta como se pueda. Lo mejor: que tengan que utilizar una silla para poder llegar a lo más alto para terminarla.
- Hacer espirales con forma de flor o estrella. Utilizando una plantilla para dibujar espirales.
- Rellenar botes de sal coloreada con tiza. Así puedes hacer creaciones de «arena de distintos colores».
- Crear un bote de la calma. Sólo necesitas agua, cola y purpurina. Cuando lo acabes te puedes sentar a contemplar cómo se posa la purpurina en el fondo del bote mientras respiras profundamente.
- Teñir camisetas de algodón o cualquier otra prenda de ropa que se te ocurra. Puedes hacer dibujos circulares, espirales, diagonales o a parches.
- Pintar piedras de río o playa. Las podrás usar como pisapapeles o regalar como recuerdo de algún acontecimiento especial.
- Dibuja y colorea a tu gusto sobre tela. Con rotuladores específicos para textil puedes decorar bolsas, mochilas, delantales, pañuelos, etc.
- Modelar animales de arcilla. Una vez que estén secos, podéis pintarlos o decorarlos a vuestro gusto.
- Decora objetos de papel maché: necesitarás cola blanca, papel de periódico y una brocha o pincel gordo. Cuando se seque de nuevo podrás recortar para dar forma, pintar y decorar a tu gusto.
- Construir distintos circuitos con vías de tren. Con las mismas piezas tienes multitud de posibilidades.
Estas son nuestras sugerencias pero hay una infinidad más y seguro que si les dejas experimentar, a ellos mismos se les ocurren otras actividades.
Aquí te dejamos un vídeo para que puedas ver los resultados de todo. Ahora sí, ¡a disfrutar de las vacaciones!